Tomado de Marketers by Adlatina
Antonio Lucio, mas conocido por ser el ex CMO global de Visa, HP y Facebook ―en ese orden―, además de haber sido el líder global de innovación de PepsiCo; hoy, un año después de abandonar la empresa de Mark Zuckerberg, abrió su propia consultora 5S Diversity y se luce como executive fellow en la Yale School of Management. Recientemente el ex editor de Ad Age Josh Golden dio a conocer una conversación con Lucio, enmarcada en su proyecto Eureka Show: según Golden, no sólo vale la pena saber cómo ve Lucio el marketing actual; además, “Lucio es al mismo tiempo brillante y amable; es capaz de educar, inspirar y motivar, todo en un solo increíble combo”.
Comenzando con el tópico de la creatividad, cuando Golden le pregunta a Lucio en qué momento es más creativo. Según el marketer, se trata de un conjunto de factores, o de tres pasos a seguir: sumergirse, rumiar y sentarse. “Normalmente me tengo que sumergir en un tópico, algo que me apasione, y trabajarlo. Generar ideas, caminar, seguir generando ideas, ver una película y leer un libro, y que vengan más ideas. Una vez que la idea está clara, necesito estar solo frente a una hoja en blanco. Ese es el momento en el que todo comienza a tomar forma”.
Comenta que sus cinco hijas lo empujan constantemente a aprender de muchas formas y a tener ideas creativas; y remarca un concepto que trabaja, que mantuvo con una de ellas y que replicó con otras personas creativas y del mundo de los negocios: “Tienes que convertirte en maestro de tu oficio antes de llegar a ser brillante. Las ideas que no puedas poner en práctica son sólo pensamientos”.
Reconociendo una evolución que se basa en conocimiento, hechos y experiencias personales, Lucio señala que “la llave de nuestro mundo es tener la habilidad de tener un pensamiento innovador y ponerlo en acción”.
Ese fue el contexto que lo ayudó a pensar en la integración e igualdad de raza y género en las compañías donde trabajó. Hoy comparte su experiencia en las compañías internacionales y describe el cambio que ese contexto tan diverso como variado generó en él: algo que necesitaba ver reflejado cuando comenzó a trabajar en PepsiCo.
Lucio explica que en PepsiCo comenzó a sentir que las conversaciones de la sociedad estadounidense y la representación de las minorías ―mujeres, afroamericanos e hispanos― no se veían reflejadas en la empresa: “Comencé a entender que esos temas tienen que aprenderse para el mercado estadounidense. Yo mismo tuve que aprenderlos. Y fue cuando me convertí en CMO global que comencé a tomar decisiones de formar equipos que fueran representativos de la comunidad estadounidense, de esas conversaciones, algo que para mí ya era natural porque crecí en ese contexto”.
Modus operandi que llevó a HP. Con el soporte de su jefe, un empresario australiano, se creó un board muy diverso que primero debía reflejarse en la compañía para ser traducido y fomentado puertas afuera: “Todo fue una evolución hacia el lugar en el que me encuentro ahora, al que dedico el 100% de mi tiempo: que la transformación del marketing y la inclusión sean un reflejo de las comunidades. Fue una evolución muy lógica de ese proceso”.
El paso previo a 5S Diversity
“Antes de irme de Facebook pasaron muchas cosas Estábamos en medio de las elecciones y la compañía estaba tomando decisiones en relación a la creación de contenido”.
Fue ese contexto el que lo interpeló acerca de sus propias tomas de decisiones, dado que veía cómo otros líderes y marcas les indicaban a las personas lo que debían hacer: un caso claro y muy mencionado fue el de Black Lives Matter, mientras que pocos, si no ninguno, miraban lo que ellos mismos estaban haciendo: “Muchas marcas que reciben premios en la calidad de su publicidad no responden a las representaciones equitativas de mujeres o personas de color, y aun así hacen declaraciones al respecto. A todo el mundo le gusta hablar y postear, comunicar. Pareciera que como industria fuéramos más activistas que agentes de cambio”.
Ese conjunto de episodios despertó la bronca en el ex CMO de Facebook, quien asegura que no se cambia a través de publicaciones en redes sociales, sino con cada persona haciendo su parte y actuando, más que posteando.
Fue ese enojo con la marca y la industria lo que lo llevó a preguntarse: ¿por qué se sentía tan incómodo y estaba enojado con sus amigos, jefes y colegas?
La respuesta fue que en realidad estaba más incómodo consigo mismo, y eso lo llevó a preguntarse qué estaba haciendo. Ese fue el primer paso para generar el cambio y buscar cambiar, a través de su vocación de trabajo, la forma en que se lidera y encara la industria del marketing y la comunicación: “Vengo de una tradición intelectual en la que no hay fe sin dudas, incluyendo la fe en uno mismo, en lo que uno cree. Cuando uno tiene este tipo de ideas me gusta sentarme, contradecirme, pensar en los puntos opuestos, para llegar a ese momento ‘¡yeah!’. Nunca es una conversación o un momento, es una acumulación de acciones y pensamiento, lo que te lleva a esa nueva forma de pensar”.