Hermann von der Meden
Escritor invitado
Cuando aparece una crisis económica, política o en este caso sanitaria, la primera opción de muchas empresas es recortar el presupuesto publicitario. Gran error!!!
Lo peor que puede hacer una marca (y aquí la responsabilidad es tanto del anunciante como de la agencia) en este momento es no hacer nada y no tener planes de contingencia por sí esta crisis sigue creciendo, cosa que es muy posible.
Recortar o frenar la publicidad ocasiona que la marca, empresa o negocio entre en un círculo vicioso ya que al anunciarse menos, afecta la preferencia de la marca en el mercado y se pierde el esfuerzo de las campañas realizadas con anterioridad; además disminuye la recordación de la marca con los clientes actuales, ocasionando que estos ya no la consideren como primera opción. Ahora más que nunca es momento de darle valor a las marcas.
¿Qué está pasando con el aislamiento de la gente, con el trabajo o estudio a distancia?
Las horas hombre que las personas destinaban a actividades fuera de casa, las están dedicando a estar en sus hogares, desde donde consumen mucho más Facebook, Instagram, páginas web, YouTube, Netflix o plataformas de comunicación a distancia. Están comprando alimentos y supermercado vía apps. Es evidente que esta tendencia de evitar el contacto personal se está constituyendo en un acelerador digital.
El consumo online se está disparando.
Sin embargo la gente sigue viendo TV, escuchando el radio en casa mientras se distrae haciendo labores domésticas o de reparación. Hojeando el diario para tratar de estar más conectado con el mundo allá afuera. Y en esos medios hay publicidad!!!
Pero ojo, seamos cautos en la creación de contenidos y no nos dejemos llevar por las mieles de los likes, los clics y los retuits que generan los mensajes sensacionalistas. O por el oportunismo publicitario mal ejercido que puede provocar una imagen negativa de la empresa o marca.
Las marcas pueden también jugar un gran papel solidario con la gente y crear empatía para hacer de la crisis una oportunidad. ¿Qué tal una telefónica dando datos extra para quien haga home office? ¿O una compañía X prestando una línea de producción para la fabricación de gel hidroalcohólico o mascarillas? ¿Suena utópico o romántico? Probablemente, pero siempre hay alguien que da el primer paso como en otros países.
Las empresas que se atrevan a buscar nuevas fórmulas para enfrentar este contexto habrán ganado una importante ventaja versus las que solo se resignen a esconderse y esperar que el temporal pase.
Ya lo dijo Henry Ford : “quien deja de invertir en publicidad para ahorrar dinero, es como si parara el reloj para ahorrar tiempo”