Néstor Ahumada
Escritor invitado
Así es el título de un novedoso y entretenidísimo libro del publicista amigo chileno Pablo Carvajal Gnecco descrito por el mismo como manual de política para publicistas, establecido desde el inicio, la estrategia de comunicación y una campaña política exitosa.
Lo más importante de Vote por mi, es la simpleza y veracidad con que expone el paralelo que se da entre una marca y un candidato político y por ende, la necesidad de un similar manejo comunicacional en la proyección de cada uno de ellos, para que puedan diferenciarse, destacarse e imponerse sobre sus competidores.
Dividido en varios capítulos, el libro desglosa con mucha precisión y en forma bastante completa y muy amena, aspectos esenciales del marketing y la publicidad, que una marca o producto y un candidato político, deben tener en cuenta si quieren tener éxito. Es un libro fácil y de rápida lectura, absolutamente indispensable para comunicadores, políticos y dueños de marcas o productos y recomendable para cualquier persona interesada, en mejorar su imagen pública.
Aunque todos los capítulos (43 ítems) son muy importantes, destacamos algunos que son los más contingentes a la situación que les espera a los partidos políticos en Guatemala en vísperas de elecciones.
- Los candidatos que no se logran ubicar en la mente de los electores no será considerados como alternativa al momento de la votación. Con eso se quiere decir claramente que un candidato para tener posibilidades de triunfo electoral, debe estar entre los preferidos en la mente de los electores y que no basta con ser el mejor, sino que la gente tiene que saberlo y persuadirla de esto, es función de una oportuna campaña publicitaria.
- A la gente no le gusta perder su voto. No ganan los mejores candidatos, si no los que la gente cree que son los mejores. En este aspecto, la imagen juega un papel fundamental, por que es el elemento que marcará la diferencia entre un buen candidato y el que proyecta la imagen de ser el mejor para las necesidades de los electores y es trabajo de la publicidad ayudará forjar esta imagen.
- Los candidatos deben elegir cuidadosamente los departamentos donde tienen mayores posibilidades de captar la preferencia de los votantes. O sea, segmentar su presencia y esto se consigue segmentando su publicidad.
- Un candidato debe hacer todo lo posible por diferenciarse de sus contrincantes. Cuando mayor es la semejanza en las promesas políticas, de acuerdo a la percepción de lo electores, lo que es cada vez más frecuente, más debe un candidato diferenciarse de sus contrincantes en la mente de los votantes y para lograr este propósito, existe la publicidad.
- La forma en que se presenten los candidatos es muy importante. Estamos en la plena era de la imagen y hoy no basta con el contenido, pues tanto o más importante es la forma, léase imagen, en que este se presenta.
- Los candidatos no deben temer a la sobreexposición, mientras más se lea y hable de un candidato tanto mejor, siempre que este tenga cada vez algo nuevo que decir.
- La victoria es dulce y pasajera.
Las marcas de productos y servicios que no se preocupan por mantenerse vigentes o no innovan, simplemente se mueren. Lo mismo pasa con un candidato político. Si no se preocupa de estar siempre presente, de ofrecer cosas nuevas y valiosas que sean percibidas como tales, va directo a la derrota.