A un año todavía hay muchos que…

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Hermann Von Der Meden
Escritor invitado

Lo sucedido en 2020 es un hito que modificó la perspectiva de vida del consumidor a nivel global. Un año después, vemos que la pandemia cambió hábitos, creencias, actitudes, percepciones y acciones. Hoy se siguen redefiniendo estilos de vida.

Para las marcas, la nueva normalidad (ya no deberíamos decirle así) significa seguir recuperando espacios perdidos durante los meses de confinamiento puro, pero también abordar el nuevo horizonte desde la perspectiva de la transformación y la innovación, mientras las marcas recuperan su voz de forma progresiva.

Si bien la pandemia hizo que el día a día se volviera más digital, lo que en realidad provocó importantes cambios, fue cómo los consumidores interactúan con marcas de productos y servicios en todos los puntos de contacto.

No demos por hecho que ahora que haya vacunas y podamos “retomar” nuestra vida con “normalidad” (yo soy de los que cree que ya nada será igual y tendremos que “aprender a desaprender”), nuestro negocio regresará a su vida anterior. Sin duda la digitalización continuará siendo una tendencia obligada pero una de las tendencias más importantes en 2021 será el uso de medios de comunicación tradicionales.

En tiempos de incertidumbre como los que vivimos hoy, las personas tienden a recurrir a aquello que ha funcionado con anterioridad. En el mundo del marketing pasa lo mismo. Ojo, no viene a sustituir lo digital, que llegó para quedarse. Pero la gente está de vuelta en las calles (con o sin distanciamiento) y expuestos una vez más a vallas, mupis, radio, etc.

En la postpandemia, las marcas tienen que encontrar, más que nunca, la forma de diferenciar su mensaje en un entorno saturado en los medios digitales. Cada medio con su mensaje, su segmentación y su estrategia.

Ahora se exige a las marcas que sean socialmente conscientes, que abandonen la cómoda neutralidad. Es necesario re-conectarse con una necesidad del consumidor desde una nueva forma de ver las cosas y más ahora que hay mas clientes “infieles”, clientes que estarán dispuestos a traicionar sus marcas favoritas si la competencia ofrece más valor a través de calidad, precios, innovación y funcionalidad. Es hora de crear nuevas ventajas competitivas que permitan ser diferente y mejor opción.

Las empresas que no tengan recursos para invertir en publicidad “tradicional”, tendrán que sorprender al mundo con contenido de valor y viralidad para generar impacto en redes sociales. Y por otra parte se abre una gran oportunidad para las agencias que realmente puedan ofrecer una respuesta rápida, estructura creativa y costos bajos. Para las otras será necesario que revisen su modelo de negocio. Y ojo, lo mismo será para las empresas y anunciantes. Hubo un año para aprender y aún así todavía hay mucha gente que sigue insistiendo en lo mismo.

Ha surgido un nuevo mundo, con retos y oportunidades. Ante esta situación, la respuesta necesaria es una de creatividad e innovación que sepa aprovechar las tendencias que se vendrán para el marketing pre-vacuna y post-pandemia.

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