Néstor Ahumada
Escritor invitado
Como lo señala Israel Díaz Maldonado absolutamente todos somos consumidores. Todos los días recibimos mensajes a través de la radio, la televisión o el internet para elegir una marca y los servicios de salud no se han quedado atrás, pues son muchos los médicos, que han decidido emplear diferentes técnicas de mercadotecnia para darse a conocer y captar nuevos clientes (pacientes).
Sin embargo, continua, es interesante que aprenda a no traspasar los límites éticos de su profesión por lo que deberá considerar lo siguiente cuando decida utilizar la publicidad en medicina.
- En donde sí y en donde no utilizar los servicios de la publicidad, tal parece que esto dependerá de la especialidad médica, lo que significa que cuando menos peligro para la salud representa un servicio, mejor es el uso que puede hacer.
- Marketing Médico, de esta forma, es más viable publicidad de odontología, de cirugía plástica o de corrección de la vista. En cambio, puede ser controversial usar la publicidad en especialidades como la oncología o neurocirugía, ya que se puede sobrepasar los límites de la ética profesional.
- Tipo de mensaje al momento de desarrollar una estrategia de publicidad, cuide de no usar mensajes frívolos que puedan ofender a algunas personas. No ofrezca una imagen que no transmita confianza a los pacientes.
- Elija el medio adecuado. Antes de lanzar una campaña publicitaria de su clínica, elija bien el contexto y los medios que va a utilizar para que la información no quede banalizada. Una de las peores cosas que pueden ocurrir es que su publicidad esté rodeada de mercadotecnia que contradiga el mensaje que desea transmitir a sus pacientes
- Sea coherente. A través de la publicidad no solo anuncia sus servicios de salud, también vende su prestigio, valores, su honestidad y todo lo que representa su marca. Así pues, todo lo anterior es lo que deberá comprobar el paciente cuando asista a su consultorio.
- Utilice la publicidad con inteligencia y obtenga resultados positivos que le ayuden a colocarle como un profesional de la salud en quien sus pacientes puedan confiar, concluye Israel Díaz Maldonado