1400 por 600

La diferencia entre decir y hacer

Néstor Ahumada
Escritor Invitado

Existe un enorme potencial en la institucionalización regular (o anual) de eventos como un camino para fortalecer su estrategia de relaciones públicas.

Los países desarrollados lo saben, las grandes empresas también y es momento de que su empresa capitalice en estas tácticas y se oriente al patrocinio de eventos que generen exposición extra a su marca.

No es necesario invertir mucho. Anualmente, El Rockefeller Center promueve la festividad que conduce a la iluminación de su árbol navideño, un evento que se inició en 1,993 televisado desde 1,964 y en Guatemala el evento navideño del árbol Gallo desde hace muchos años.

Además de ser una oportunidad para hacer marketing, la ocasión es una tradición distintiva, esperada y guardada en el corazón de cada neoyorquino.

Usted sabe que la publicidad y las relaciones públicas coexisten en un plano común que es la comunicación.

La clave para obtener el máximo beneficio de ambas está en saber cuándo aplicarlas.

Según Al Ries, “antes de pelear las guerras del Marketing, se debe pelear en el frente de las relaciones públicas”

En estos tiempos, hacer publicidad efectiva es difícil.

La sobresaturación de los medios es una causa importante pero también la falta de credibilidad en los mensajes, la publicidad actual no se puede dirigir de manera impositiva, ningún consumidor va a creer que su marca es la mejor en la categoría, solo porque usted lo dice.

Es necesario contar con la aprobación del público y las relaciones hacen más afectivos los esfuerzos publicitarios para obtener el favor del consumidor.

Las relaciones públicas tienen un efecto multiplicador. Sin embargo, es importante saber cómo enfocarles las tácticas tradicionales de la nota periodística y la ronda de prensa son prácticamente inútiles excepto para las grandes marcas.

Mientras la publicidad es un esfuerzo masivo, las relaciones públicas se deben dirigir hacia grupos altamente seleccionados.

El objetivo es buscar el vehículo para llamar la atención de los medios.

Algunos piensan en términos de “excusas” para hacer ruido, realmente no importa, la idea es poner su marca en el ojo del huracán.

El certamen de Miss América no se inventó para celebrar a las mujeres más bellas de Norteamérica sino para promover Atlantic City como destino turístico.

El desfile del Día de Gracias de Macy´s no se creó para remembrar el histórico drama de los peregrinos en Norteamérica sino para promover la marca

Relaciones Públicas primero, publicidad segundo y las Rp´s son aún más efectivas cuando se basan en hacer algo más que en decir algo y tener una visión.

Como la publicidad, las relaciones públicas deben concebirse como un factor a largo plazo, es decir, su deber es ser consistente para lograr introducir y fijar un concepto en la mente colectiva.

Láncese al agua, implemente desde hoy un programa de relaciones públicas basado en acciones concretas sin tanta habladuría. Recuerde que la lealtad es un valor que el público concede cuando la promesa de una marca pesa más por sus actos que por la estructura del llamado.

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